Hoy queremos brindarte una oportunidad, una última opción antes de tomar la decisión de abandonar tu trabajo por falta de motivación. Hablaremos sobre cómo negociar tu salario sin necesidad de recurrir a las amenazas ni tampoco a cualquier arte oscura.
No nos engañemos, trabajar en lo que nos apasiona no es una constante en el mundo profesional, por eso debemos comprender que, si vamos a dedicar horas en desarrollar una función, al menos que sea valorada.
No importa si trabajas en hostelería o dentro de una oficina sumido/a en ingentes cantidades de papeleo, recibir una remuneración acorde a tu puesto de trabajo es, además de una obligación por parte de la empresa, un motivo para rendir más y mejor.
El salario, motivo de discordia en la mayoría de reuniones
Ya lo hemos hablado en alguna ocasión, sobre todo en las entrevistas de trabajo. Negociar el sueldo es siempre uno de los puntos más calientes en cualquier conversación, entrevista o toma de contacto con las empresas.
Pero, ¿Y qué pasa con el sueldo de los empleados que todavía no se quieren ir en busca de entrevistas de trabajo?, ¿Tienen el mismo derecho a negociar una mejoría de su situación? Por la cuenta que le trae a la empresa, te respondemos con un sí rotundo.
Las empresas son las encargadas de fijar las remuneraciones de cada empleado, debes saber que, son ellas las que suelen perfilar los detalles y ofrecerte el famoso “O lo tomas o lo dejas”.
Negarte de plano a aceptar sus condiciones podría conducirte a la rescisión del contrato o la no renovación, sin embargo, no está todo perdido todavía.
Para descubrir cómo negociar tu salario debes venderte tú primero
Una de las mejores formas para valorarte dentro de tu empresa es hacerlo tú mismo. No es necesario que proclames a viva voz que eres imprescindible para el negocio, porque no lo eres, pero quizá existan fórmulas para hacerte valer entre el resto de compañeros de trabajo.
Hablamos del rendimiento, de la voluntad y proactividad que demuestra una persona realizando sus funciones. Por eso es fundamental contar siempre con una predisposición activa y positiva de cara a la empresa, los compañeros y los propios clientes.
Si no estás conforme con tu situación, haz por revertirla, pero no adoptes la postura negativista ni desmotivada porque lo único que conseguirás es que contagies de pesimismo o malestar a quiénes te rodean.
Aprende a sonreír, aunque no tengas ganas y prefieras estar en cualquier otra parte. Seguro que en tu actual puesto de trabajo existen aspectos positivos que pueden servirte de referente y soporte para seguir avanzando. ¡Aférrate a ellos!
Confía en tus habilidades y posibilidades. Si sabes lo que vales, lucha por conseguirlo, aunque no sea de la forma más rápida ni preferida. Pero de lo que sí estamos seguros es de que podrás tener argumentos y razones para, llegado el momento, saber cómo negociar tu salario con posibilidades de éxito.
Ofrece resultados, trabaja en silencio y deja que tu rendimiento hable por ti
No nos equivoquemos, a ninguna empresa le gusta contar con empleados que únicamente viven para y por establecer sus condiciones. Pero te garantizamos que pondrán especial interés en lo que tienes que decirles si saben que contigo aumentan sus beneficios.
Dicho esto, también debes saber que el éxito no llega solo, debes hacer tú por atraerlo. Que trabajes a pleno rendimiento no implica que te regales ni desvivas por algo que no te están pidiendo y ni mucho menos pagando.
La clave reside en mantener el equilibrio y resultar ser, con cada día que pasa, un referente dentro de la empresa. Una persona a la que acudir en caso de problema y que tus superiores vean como un valor de la propia compañía.
Si generas ese vinculo identitario con tus superiores, verán que formas parte de la empresa, que te involucras y que gracias a tus acciones y tareas, estás contribuyendo a mejorar la imagen e ingresos de la compañía.
Por lo tanto, antes de preparar las maletas, respira y dedica unos minutos a tu futura estrategia
Hay ocasiones en las que tendrás que prepararte para salir de la empresa, porque no te valorarán y descubrirán que han perdido un activo importante cuando ya sea tarde. Sin embargo, muchas otras sabrán que deben escucharte cuando te sientes a hablar con ellos.
Olvida la exigencia y los ultimátum, si quieres que te escuchen y valoren la posibilidad de cómo negociar tu salario, deja que tus actos sean el aval con el que convencerles.
Puedes preparar el mejor currículum e incluso plantearte la posibilidad de trabajar en el extranjero, pero antes de tomar cualquier decisión, es mejor que te des una última oportunidad para conseguir ese reconocimiento que tanto deseas.
Aprender a cómo negociar tu salario, en la empresa en la que ya estás trabajando, es siempre un plus en cuanto a tranquilidad y comodidad, ya que no te enfrentarás a nadie desconocido. Aprovecha esta ventaja y añádele los resultados de tu trabajo diario.
Obtendrás tu mejora salarial siempre y cuando la empresa sea la adecuada. Si saben reconocer tu esfuerzo, habrá merecido la pena ser paciente y eficiente. De lo contrario, siempre podrás crecer profesionalmente en cualquier otro sitio donde sí te valoren.