amistad en el trabajo

Amistad en el trabajo, cómo destapar a los falsos amigos

Las relaciones laborales son esenciales para mantenernos en contacto con el resto de compañeros y departamentos, incluso para encauzar nuevas relaciones comerciales. Sin embargo, ¿Qué pasa con la amistad en el trabajo? Una relación laboral, ¿Puede acabar en amistad?, ¿Es bueno mantenerla o conviene que nos deshagamos de ella?

Este es un tema realmente interesante, hoy en día, ¿Quién no ha logrado una amistad en el trabajo?, ¿Y quién no se ha llevado una sorpresa? Hoy veremos en qué medida puede afectarte, qué implica generar nuevas amistades y qué efectos provoca en tu situación laboral directa e indirectamente.

Amistad en el trabajo, un aspecto clave en tu progresión profesional

Aunque para muchos sigue siendo contemplada como un complemento por el que podrían atraerse problemas en el futuro, las amistades en el trabajo suponen uno de los alicientes principales por los que muchos siguen acudiendo a su puesto de trabajo.

Contar con un amigo/a en el trabajo puede llegar a convertirse en una gran herramienta profesional si sabemos cómo utilizarla. Aunque no faltarán aquellas personas que la contemplan como un trampolín hacia sus aspiraciones. Ya hablamos del compañero tóxico.

La amistad en el trabajo no puede ser bajo ningún concepto prohibida, de hecho, trataremos siempre de motivarte a seguir viéndola como algo positivo. Ahora bien, existen determinadas situaciones y personas que conviene tenerlas lo más alejadas posible.

Tener amigos cerca es fundamental para mejorar el ambiente de trabajo, así como lograr incluso que el rendimiento aumente. Y no lo vamos a negar, también ayudará a solventar situaciones en las que de forma individual precisaríamos de un mayor esfuerzo.

Cuando una amistad laboral se convierte en un problema

Ahora bien, una amistad en el trabajo completamente interesada, podría suponer el detonante que faltaba para dinamitar un buen ambiente de trabajo en la empresa.

Hay personas que tratarán siempre de evitar generar nuevas amistades en el trabajo, creen que podrían verse comprometidos y que una oficina no es el lugar donde se generan este tipo de relaciones. Es una decisión respetable siempre y cuando su trato sea correcto y no afecte al resto de empleados.

Sin embargo, existe otra clase de personas que conviene identificar cuanto antes. Hablamos de las personas interesadas que, bajo una capa de falsa amistad y confianza, tratarán de hacer todo lo posible por acercarse a ti con el fin de obtener información que utilizarán descaradamente a su favor sin importar las consecuencias.

Como puedes imaginar, este tipo de personas no conviene tenerlas cerca y, aunque no es fácil identificarlas, se pueden crear una serie de acciones iniciales por las que muchos de ellos se descubren sin necesidad de involucrarnos en exceso.

Todos hemos sufrido las consecuencias de confiar en exceso en una persona que con el paso del tiempo nos ha decepcionado a todos los niveles. Ahora bien, no consideraremos a una persona como tóxica si lo que esperamos obtener de ella es únicamente favores a cambio de nada.

Tener un compañero de trabajo del cual nos servimos constantemente para que nos cubra, defienda y oculte nuestro bajo compromiso y rendimiento con la empresa no será en ninguno de los conceptos considerado como una falsa amistad. En este caso, el problema será nuestro y, las consecuencias obtenidas de este comportamiento, también.

¿Cómo saber si esa amistad es saludable y nos beneficia?

La mejor forma para comprender la utilidad de contar con buenas amistades en el trabajo es la observación. Si comprobamos que el ambiente de trabajo mejora, nos encontramos a gusto en nuestro puesto de trabajo y conjuntamente nos servimos de ella para aumentar el rendimiento, sabremos que hemos acertado.

Ahora bien, si esa persona presume de nuestra confianza y se sirve de ella para dejarnos en evidencia o asignarse méritos para su beneficio, tendremos más que suficiente como para comenzar a plantearnos la idea de que esa amistad es completamente falsa.

Los excesos de confianza pueden generar sorpresas en el futuro. Ten en cuenta que las relaciones verdaderas se crean con el paso del tiempo y la superación conjunta de determinadas situaciones en el trabajo. Lo mismo sucede con un superior.

Si un compañero de trabajo, recién llegado o no, se acerca sospechosamente y su comportamiento indica un exceso de confianza, ten claro que sus intenciones no serán precisamente las de entablar una relación sana. Sal corriendo de ese ambiente y procura no proporcionarle la información que está buscando.

Ya que no los podemos despedir de la empresa, al menos hagamos todo lo posible por evitar que su comportamiento y egoísmo se conviertan en un problema hacia nosotros.

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