Pasan los días y la monotonía se ha convertido en tu compañera, tanto de camino al trabajo como en las horas que le dedicas frente al ordenador, mostrador o donde quiera que te encuentres. Terminas la jornada y solo piensas en que todavía es martes y quedan 3 días más para volver a sonreír. ¿Te suena? Hoy veremos cómo salir de la zona de confort con éxito.
Si te suena la situación anterior, podrías estar sufriendo, además de muchos otros males, el temido estancamiento en la zona de confort, que si no eres esa clase de persona que se conforma con lo que hace, lo pasarás profundamente mal.
Pero no te estreses, hoy hablaremos precisamente de la zona de confort y sus contraindicaciones, ya que normalmente resta mucho más de lo que aporta. Más aún si nos centramos en el trabajo.
¿Qué es la zona de confort y cómo identificarla?
La zona de confort, aunque posee muchas definiciones, cada cual más extensa, se refiere a la situación prolongada en el tiempo donde nos encontramos funcionando con el piloto automático puesto.
Es decir, evitamos riesgos, miedos y dudas, haciendo que los días pasen y limitándonos a realizar solo aquello que sabemos que no nos modificará el día a día. Si lo trasladamos al puesto de trabajo, obtendremos una jornada laboral eterna mezclada con unas aspiraciones por progresar inexistentes.
Hay quiénes prefieren vivir en esta burbuja y son felices en ella. Tienen su trabajo y se limitan a cobrar su salario mientras realizan sus tareas habituales. Sin embargo, para los que no podemos estar quietos ni estancados a nivel profesional, la zona de confort se puede convertir en una auténtica prisión.
A medida que pasan los meses, ver cómo nuestras aspiraciones y objetivos profesionales se convierten en metas inalcanzables, podría generar una profunda desesperación. Y, aunque en parte lo hemos provocado nosotros, llegará un punto en el que no sepamos cómo salir de la situación.
Identificarla es sencillo, ya que solamente tendrás que plantearte la opción de prosperar en el trabajo, de presentarte para un ascenso o proponer ideas nuevas si el puesto lo permite. Si la respuesta automática de tu cerebro es: “Alto, que puedes arriesgarte demasiado, no lo hagas” Debes saber que quizá la zona de confort te esté impidiendo avanzar.
La zona de confort ayuda a relajarte, pero también puede estancarte
A todos nos gusta encontrar un pequeño espacio en el que sentirnos cómodos, de poder hacer una rutina sin temor a encontrarnos vulnerables. Sin embargo, abusar de la comodidad podría convertirse en una excusa para esquivar decisiones y cambios que son necesarios.
Si quieres descubrir cómo salir de la zona de confort, evita acomodarte demasiado. Procura diferenciar la comodidad de encontrar un trabajo que te satisfaga con la comodidad de hacer siempre lo mismo evitando cualquier cambio por temor al fracaso.
El estancamiento laboral suele venir precedido de una serie de factores en las que muchas veces interferimos nosotros directamente. Puede que tengas un jefe poco competente o la empresa no mire por tu bienestar, pero también podría ser una razón tu falta de motivación, los miedos y ganas por avanzar.
El cambio siempre es un elemento que muchos tratan de esquivar, ya que genera cierta incertidumbre y deja fuera de nuestro control algunos elementos que podrían conducirnos a una mala decisión. Sin embargo, también te ayudará a crecer como persona y adaptarte a cualquier situación.
Si te aburres o necesitas avanzar, hazlo
Nada te lo impide. Puede que tengas un trabajo en el que no te encuentras a gusto, puede que el ambiente no sea el adecuado o que no existan opciones para promocionar y crecer. Sea como fuere, toma la decisión de apostar por ti y comenzar a moverte en busca de una mejoría.
Implica un cambio, sí. Pero debes contemplarlo como un cambio positivo y necesario. Prolongar una situación de estancamiento no te conducirá a otra parte que no sea la desmotivación profesional.
Sal de la zona de confort, propón nuevas ideas y proyectos en tu empresa, crea el mejor currículum y busca opciones fuera de ella. No te haces una idea de la cantidad de oportunidades que ahora mismo hay esperándote. Y no tengas miedo.
- Establece objetivos pequeños que puedas conseguir día a día.
- Proponte salir de la rutina y variar el orden de las tareas.
- Añade nuevas tareas y aprovéchalas para aprender.
- Busca nuevas soluciones, no te conformes con lo de siempre.
- Habla con tus compañeros, obtén ideas y ponlas a prueba.
Para conseguirlo solo necesitas tu propia voluntad. Nosotros podremos recomendarte cambiar de empleo, prepararte para una entrevista o incluso redactar la mejor carta de presentación. Sin embargo, el paso lo debes dar tú.
Si consideras que puedes dar mucho más de ti y conseguir tus aspiraciones profesionales no dejes que este limitante se apodere de tu futuro. Queremos que busques trabajo si lo necesitas y cambies el actual si fuera necesario. Ahora ya sabes cómo salir de la zona de confort, ¿Comenzamos?