Una de las mayores preocupaciones a la hora de firmar un contrato de trabajo radica en la información que contiene, en las clausulas y condiciones que en él se estipulan. Y ya te adelantamos que, de no conocerlas y comprenderlas, podrías tener serios problemas en el futuro.
Antes de nada, recuerda que vas a firmar un contrato de trabajo, motivo de celebración ya que pasarás a ser un activo de la empresa. Con responsabilidades y funciones que te permitirán obtener un salario a fin de mes.
Sin embargo, si quieres saber qué es lo que vas a firmar y bajo qué condiciones, presta mucha atención a lo que te proponen firmar, ya que no siempre es oro todo lo que reluce y en muchas ocasiones será la empresa la que trate de guardarse un as bajo la manga en caso de malentendido.
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Firmar un contrato de trabajo; las condiciones
Puede que realizases una entrevista de trabajo genérica, donde solo se limitaron a contarte lo que vas a hacer y bajo qué condiciones. Sin embargo, hay ocasiones en las que el entrevistador detalla los pormenores de tu futuro trabajo, dándote detalles y cifras que luego no aparecen en el contrato.
Ante esta situación, ¿Sabes lo que tienes que hacer y cómo actuar? Es probable que tu reacción determine la balanza y permita a la empresa comprender que eres una persona atenta ante el más mínimo detalle. Pero también puede penalizar tu reacción si esta es negativa y hostil.
Si en el contrato de trabajo no aparecen reflejadas las condiciones con las que llegaste a un acuerdo anteriormente, nuestra recomendación pasa inicialmente por no estampar tu firma en el documento si consideras que debes aclarar determinados puntos.
Y como cada contrato de trabajo es diferente, hemos pensado que no hay mejor manera que detallar algunos de los puntos más frecuentes en los que solemos detectar una variación de la información que te dieron, debes fijarte en:
- Tipo de contrato. Puede que te prometieran e incluso publicasen la oferta como un puesto de trabajo fijo. Sin embargo, el contrato ahora refleja un periodo de prueba no remunerado y posteriormente una contratación que no garantiza tu continuidad.
- Duración del contrato. No necesariamente te dijeron que serias fijo, pero asegúrate de que en el documento se refleja la duración del contrato así como las condiciones que conducen a su posible renovación en caso de gustar a la empresa.
- Salario. Muchos aprovechan el término salario bruto para confundirlo con el neto, haciendo que un sueldo de 1250€ finalmente sea de 900€. Asegúrate de que las cifras que te prometieron se reflejan en el contrato.
- Cotización y retenciones. Es muy frecuente comprobar como la retención de IRPF no se aplica según tus intereses y sí bajo los de la empresa. Aunque a lo largo del año esta retención se regula, tu contrato podría no durar tanto, haciendo que la retención sea mínima y obligándote a pagar en tu próxima declaración.
- Horario. Puede que en el contrato solo se reflejen las horas totales de tu jornada, sin embargo, otros sí detallan más. Asegúrate de firmar el horario prometido y conocer, en caso de tener que hacerlas, cómo se compensan las horas extra.
Solamente teniendo en cuenta estos aspectos tan sencillos, podrás comprender y entender mejor tu contrato de trabajo. Así, evitarás que la empresa aproveche tu nerviosismo y desconocimiento para su beneficio.
¿Cómo reaccionar ante un contrato de trabajo modificado?
En este punto, tendremos que advertirte de que tu reacción nunca debe ser hostil ni agresiva. Si crees que las condiciones reflejadas en el contrato laboral han sido modificadas y no consideras que sean justas, trata de comunicarlo antes de firmar.
Haz uso de la educación que tienes para intentar llegar a un acuerdo. Y, en caso de confusión, permitirle a la empresa modificarlo para así ajustarlo a lo que en su día se determinó.
Si la empresa no cede y detectas una presión por firmar, prometiéndote que más adelante podréis llegar a un acuerdo, abstente de hacerlo. Tu firma implica la aceptación de cualquier condición que impongan, por lo que una vez la tengan, evitarán hacer cualquier modificación por prometida que haya sido.
Mantén la calma, respira profundo y, si te tienes que levantar de la mesa ante la falta de entendimiento, hazlo. Las empresas no suelen perder el tiempo en este tipo de negociaciones y, tú tampoco deberías hacerlo.
Siempre habrá nuevas oportunidades de empleo, mucho más honestas y definidas por parte de empresas que sí valoran al empleado. Además, detectar este tipo de comportamientos ya es síntoma de que el futuro de vuestra unión no sería sana.
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